Que la pandemia del Covid-19 ha afectado a la población a nivel global en estos últimos meses no es novedad. Por eso la noticia que se ha dado a conocer en Argentina en las últimas horas acerca de la reanudación de los entrenamientos de equinos en Cañuelas es realmente para destacar. Esto se suma a las buenas noticias que habían llegado tanto de Europa como de Estados Unidos en estos días referidas a la buena evolución de las actividades vinculadas al polo y varias flexibilizaciones. Según el relevamiento hecho por Pololine, varios municipios que cuentan con una nutrida actividad de polo han enviado sus protocolos correspondientes al gobierno provincial para recibir la habilitación correspondiente, por lo que en las próximas horas pueden llegar a darse algunas novedades.
Los primeros avances de lo que terminó sucediendo en Cañuelas comenzaron a darse la semana pasada, cuando representantes de la Cámara de la Industria Nacional Equina (CAMINE), como por ejemplo su Presidente, Eduardo Novillo Astrada, e Ignacio Pavlovsky, vocal, se reunieron con el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el Intendente de Exaltación de la Cruz, Diego Nini; Agustín Simone, Ministro de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, entre otros.
En la misma, los representantes de CAMINE le presentaron al gobernador de Buenos Aires un protocolo de seguridad sanitaria para reactivar el entrenamiento de equinos, el cual fue aprobado por el gobernador, acorde a las reglamentaciones realizadas por el Ministerio de Salud de la Nación, en el cual se detallan los procedimientos que deberán cumplir las organizaciones ecuestres que quisieran volver a la actividad. Dicho protocolo fue consensuado y elaborado por los miembros de la Cámara Equina junto a especialistas en áreas de salud e higiene.
Durante la reunión, los representantes de CAMINE demostraron la importancia que tiene la Industria Equina en un la provincia de Buenos Aires, donde hay más de 900.000 equinos, y cómo el cese de las actividades por la cuarentena ha afectado de manera directa a todos aquellos trabajadores de esta industria: petiseros, taqueros, domadores, jinetes, amazonas, tropilleros, veterinarios, herreros, criadores, propietarios, talabarteros, jockeys, cuidadores, peones, sogueros, artesanos, y todos los demás oficios que puedan estar relacionados con la misma de manera directa o indirecta. Se calcula que en la actualidad más de 200.000 personas trabajan en esta industria.
“La idea como Cámara es seguir insistiendo en la reanudación de la actividad hípica hasta poder llegar, gracias a su adecuación a las normativas sanitarias vigentes, a que se vuelva a la actividad en su totalidad, aunque sea, cómo hemos dicho, de forma adaptada”, le destacaron desde CAMINE a Pololine.
Entre las medidas de salud obligatorias a adoptar por aquellos que buscan volver a la actividad, se destacan:
-En caso de tener que apartar algún caballo en el corral, la tarea deberá ser realizada con la menor cantidad de gente posible.
-Lavar cuidadosamente con una solución antibacterial (puede ser agua y lavandina al 5%) todos los materiales utilizados durante el día por cada uno de los participantes en cada tarea.
-Cada trabajador debe contar con su propia herramienta de trabajo y no debe compartirla.
-Todos los trabajos serán realizados por turnos (ej, bañaderos, pistas de vareo, pistas de salto, trabajos de cuida en boxes, limpieza de los mismos, etc). Y cada uno de ellos con la menor cantidad de gente posible.
-Se contará con dispositivos dispensadores de alcohol en gel en todos los espacios de circulación y permanencia del personal.
-Todos los participantes deberán cumplir con el uso de barbijos y/o tapabocas obligatorio.
-En todo momento durante el entrenamiento de los caballos se debe mantener la densidad recomendada de 16 m2 por persona.