Fue uno de los grandes responsables detrás del título de Scone en la Queen’s Cup, que para muchos fue sorpresa. Pepe Heguy, 4 veces campeón del Abierto Argentino con la camiseta de Indios Chapaleufú II, se ha convertido hace ya un par de años en una suerte de gurú de los coaches. Siempre detrás de la humildad, jamás reconocerá que en varias ocasiones varios de los coaches de los equipos principales lo llamaban para pedirle consejos o para que les brindara su punto de vista acerca del funcionamiento del equipo en cuestión. Cara visible de las gestas de Cría Yatay y, en menor medida también, de La Ensenada, 2019 lo ha encontrado como coach de esta nueva organización en el alto hándicap inglés. Y, aunque no lo reconozca, le ha impuesto su sello.
“La verdad es que es un milagro haber ganado esta copa. Es el primer año que juegan la Copa de la Reina, caballos recién llegados los del patron, llegó dos dias antes de que empiece el torneo. Beimy y Harper juegan siempre juntos, pero este es el primer año que juegan con Nico. Terminaron jugando muy bien y la ganaron merecidamente y con autoridad”, fue el balance que hizo Pepe Heguy junto a Pololine TV una vez finalizado el encuentro en el que Scone venció a Park Place.
Y prosiguió: “Esto es espectacular; ya que no estén Facu contra Cambiaso jugando una final, para el polo es buenisimo. Y que pueda venir un tipo como éste (David Paradice), con un equipo bien armado, bueno, haciendo las cosas bien, y lograr ganar la Copa de la Reina, es espectacular para todos los otros patrones. Quiere decir que se puede”.
Pepe Heguy tiene un linaje polístico que no hace falta describir, porta el apellido más exitoso en la historia de este deporte, pero también se ha sabido nutrir de cada uno de los personajes con los que ha compartido cancha, tanto de sus compañero como así también de sus rivales. También tuvo entre sus coaches a uno de los que empezó a hacer escuela: Daniel González. De todas maneras, supó ir forjándose su propio camino: “Aprendés de todos, pero, más que todo, siempre fui medio autodidacta. Cuando empecé a jugar el Abierto pesaba 60 kilos, le pegaba 30 yardas al palo más fuerte; siempre me las tuve que ingeniar y pensar los partidos para poder sacar ventaja en lo que sea. Tenía que estudiar a los contrarios, conocer los caballos de los otros, toda la vida tuve que darme mania más con la cabeza que con la habilidad; nunca tuve mucho taqueo tampoco. Siempre fui medio mi propio coach. Y de afuera lo que tengo es mucha frialdad, soy muy tranquilo para decir las cosas si hay que cambiar algo. De todos vas aprendiendo un poco: con los que jugás, con los que te hacen de coach, de todos”.
Identificado en los últimos años como coach de Cría Yatay, principalmente, cuenta que sus desafíos en este función siempre estuvieron más ligados a que “siempre me divertía hacerle a los equipos con mucha menos presión, a los equipos chicos. Me divierte hacerle a Yatay, a La Ensenada. Nunca tuve a un equipo favorito, salvo un día que Milo me metió una presión impresionante, me llamó desde Venezuela, que no llegaba, y le tuve que hacer la final de Tortugas a La Dolfina. Terminaron ganando por 7 esa final; ese día me metió en un compromiso que no me divertía tanto (risas)”.
Ya volviendo a lo ocurrido dentro de The Queen’s Ground el domingo por la tarde, analiza: “Beimy y Harper saben cómo jugar, les venía haciendo de coach hace años, son dos tipos que saben cómo jugamos, cómo nos gusta jugar. Y no hay mucho para inventar. Es ‘pegale y apretá’. Es sólo recordárselos todo el tiempo, y saben jugar perfecto. Había que acomodarlo a Nico al funcionamiento de ellos dos, que juegan siempre juntos, y se terminó dando y terminaron jugando muy bien”.
Y completa: “La clave es que David (Paradice, el patrón) es un crack; se divierte, no le importa nada. Pudieron jugar sin ningún tipo de presión. Decía: ‘vamos a divertirnos, lo que nos salga’. Cada partido que ganaba decía que no lo podía creer. Y el otro equipo tenía mucha presión. Los penales (Park Place convirtió 1 de 7 que ejecutó) no es que los erran porque no los saben tirar; le pegan perfecto. Tienen mucha presión, son el equipo que más viene invirtiendo, no es fácil jugar con la presión que hay en el otro equipo. Los penales los errás por un tema de presión, porque le pegan a la bocha todos perfecto”.
En definitiva, Scone logró levantarse de dos derrotas consecutivas en el inicio del torneo para luego barrer con 5 victorias seguidas, incluída la final. La buena tarea de Nico Pieres, apoyado por la dupla Beim-Harper que se conoce de memoria, solidificaron el andar de Scone, que en la definición tuvo que levantar un 0-3 cuando promediaba el segundo chukker. Así y todo, nunca se desesperaron en búsqueda del objetivo mayor. “Este equipo era un equipo que jugaba mucho más tranquilo, mucho más relajado, y hoy hicieron todo eso. David en cada chukker lo único que hace es una joda; va ganado, hace una joda y dice un disparate. Es un placer jugar con él. Arrancamos perdiendo los primeros partidos pésimo, y estaba encantado igual, le daba todo lo mismo. Creo que la clave fue la tranquilidad que tuvieron para poder jugar el partido”.
Y con respecto a los rumores que lo unen con Ellerstina para la próxima Triple Corona argentina, Pepe Heguy es cauto: “Creo que esto le va a venir muy bien a Nico; sacarse la presión de encima de tener que jugar él solo, de poder ganar él solo una copa tan importante. Y eso es lo que tiene que hacer: jugar relajado. Lo peor que podés hacer es ponerte presión. Vayan, jueguen, que lo que tiene que salir, va a salir solo. El dia que tenga que salir, va a salir solo. Así que veremos allá en Argentina, falta mucho”.
VER LA ENTREVISTA COMPLETA CON PEPE HEGUY (POLOLINE TV)