El domingo se define el Abierto de Hurlingham y, dentro de la alineación de Ellerstina, quien irá por su primer título en dicho torneo es Hilario Ulloa. Será su segundo intento en una final, ya que, cabe recordar, también la alcanzó en 2017 con la camiseta de Alegría. Tras un arranque demoledor, que incluyó el título en Tortugas, pero, por sobre todas las cosas, un funcionamiento impecable y realmente atractivo, el de Lincoln cuenta las horas para salir a la cancha y buscar el tan ansiado título.
“Había muchas expectativas acerca de cómo iba a jugar el equipo de acuerdo a las posiciones, de si estábamos armando el equipo correcto. Y creo que más allá de haber ganado Tortugas y de estar en la final de Hurlingham, el equipo está jugando muy bien: encontramos ritmo, encontramos la manera de jugar para que tanto los caballos como los jugadores anden rápido”, le cuenta el flamante 2 de Ellerstina a Pololine.
Y completa: “Sé que depende de nosotros, que depende de Ellerstina, que si mantenemos nuestro nivel, si le metemos ritmo, le pegamos a la bocha, tenemos una chance muy grande de ganar”.
Será una definición con muchos condimentos para Hilario Ulloa, y no sólo porque está ante la posibilidad de levantar este trofeo por primera vez. Sino porque enfrente estará su cuñado Francisco Elizalde, además de sus compañeros de las últimas temporadas Facundo Sola y Guillermo Caset. “Estoy muy contento por Fran (Elizalde). Trabajó muy duro para llegar a esto, se merece estar en una final; luchó mucho en los últimos años para conseguirlo, para montarse y seguir mejorando, y creo que está en su mejor nivel en el que lo vi jugar en el último tiempo. Pero también estoy contento por Facu Sola y el Sapo; he estado con ellos, fuimos compañeros, luchamos mucho para ganar torneos. Muchas cosas se dijeron el año pasado, pero siempre voy a estar orgulloso de lo que están haciendo y siempre me va a poner contento que les vaya bien. Obviamente que lo que quiero es ganar más que nada, pero voy a estar contento por ellos si les toca”.
Notable desafío ha tenido el ex Monjitas y Alegría al llegar a Ellerstina con todo lo que eso implica, pero mayor aún es la satisfacción de estar a la altura y haciéndolo con varios caballos de su cría, Lavinia. Es, sin dudas, un aspecto que no le dá lo mismo. “Son muchos años de criar y producir buenos caballos, de buscar siempre mejorar nuestras líneas de sangre y genética, de mejorar nuestra manera de domar, de hacer caballos, porque es un desafío muy difícil, y nos llevó muchos años tener tantos caballos jugando el Abierto. Hoy tengo 8 caballos Lavinia jugando la Triple Corona, por lo que estoy muy orgulloso, y es el resultado del trabajo duro hecho por mí, por mi familia y por mi grupo de trabajo durante los últimos 15 años”.