Milo Fernández Araujo es uno de esos personajes del polo que lo ha conseguido todo: llegó a tener 10 goles de hándicap en Argentina, ganó el Abierto Argentino en 3 oportunidades junto a Indios Chapaleufú II, obtuvo la Queen’s Cup y muchas cosas más. Pero sin dudas su figura se ha realzado notablemente en el último tiempo por su impacto como coach. Se hizo cargo de La Dolfina a partir de la Triple Corona de 2013, y guió al conjunto de Cañuelas a seis títulos en el Abierto Argentino, seis coronaciones en el Abierto del Tortugas Country Club y tres festejos en Hurlingham. Como si esto fuera polo, ese equipo de La Dolfina se convirtió en el primero en la historia en ganar la Triple Corona durante tres años de manera consecutiva (2013-2015).
La temporada inglesa lo encontró trabajando junto a Monterosso, la organización de Alessandro Bazzoni. En diálogo con Pololine TV, dejó algunos conceptos más que interesantes:
“Nunca pensé en ser coach, pero cuando ellos (La Dolfina) me invitaron lo entendí como una gran oportunidad para hacer historia”.
“El rol del coach es importante si se toma en serio la función del coach y no sólo durante los días de partido. Hay un montón de cosas que debés aprender y estudiar para que el equipo sea más fuerte, para que crezcan como grupo también”.
“Pïenso que lo que Eduardo (Heguy), Pepe (Heguy) y yo tenemos en común es la misma idea acerca del polo, que se trata de que el polo es simple”.
“Como coach, tenés que ser capaz de decir la palabra justa en el momento indicado, y ni una palabra de más”.
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