¿Qué decir que no se ha dicho aún de los hermanos Barto y Camilo Castagnola? Hace algunos años ya que quienes formamos parte del ambiente del polo esperábamos que llegara este momento. Si bien sería injusto determinar cuál fue el momento en que empezaron a irrumpir con grandes resultados, lo cierto es que haber ganado la Copa República Argentina en 2016, junto a su padre Lolo, los puso en un pedestal y les dio una exposición que en ningún momento los abrumó.
Bartolito y el Jeta Castagnola debutaron en Palermo con 18 y 16 años respectivamente, y desde la mismísima primera jugada del partido ante La Albertina Abu Dhabi marcaron la cancha. Claro que no hay que dejar de lado el aporte de Matías Torres Zavaleta, también de gran debut en Palermo, y de Nachi Du Plessis, a quien Bartolomé Castagnola ha catalogado como el gran responsable de la comformación de este conjunto de La Natividad.
Pero lo cierto es que Camilo Castagnola anotó su primer gol cuando el reloj no había llegado a marcar los primeros 30 segundos de juego. Al menor de los hermanos no le tembló el pulso en ningún momento y se despachó con un total de 6 tantos. La cancha estaba picada, pero poco le importaba al joven de 16 años, que impactaba a la bocha y encontraba el arco con una facilidad que impresionaba. Tal es así, que la única duda que presenta en este momento Camilo Castagnola es si cerrará su 2019 con 7 o con 8 goles de hándicap.
Y su hermano Barto no se queda atrás. Porque no sólo cuenta con un talento y un taqueo de gran nivel, sino que cabe resaltar que su principal virtud tal vez sea su cabeza, su mentalidad, su frialdad, su calidad para manejar los tiempos del partido como si contara con más de 10 años jugando en este nivel de polo. Se hizo amo y señor de la cancha prácticamente desde el comienzo y no aflojó en ningún pasaje de la contienda. Tuvo un 2019 para el recuerdo, pero no se queda con haber ganado un partido en Palermo; está claro que su objetivo está lejos de lo conseguido hasta aquí. Y dá la sensación de que Barto Castagnola podría en la actualidad incorporarse a cualquier equipo en el mundo y que esto no lo afecte en absoluto en su nivel.
Han demostrado que la presión no es un problema para ellos, que no se achican en las difíciles y que su techo está a años luz de distancia. Le han aportado una dosis de frescura al mundo del polo, que era necesaria, y todos se pelean por jugar con ellos. Tal es así, que junto a la final del Abierto Argentino y al encuentro que sostendrán Las Monjitas y Ellerstina el próximo domingo 8 de diciembre, los partidos más esperados de este Abierto Argentino son los que disputará La Natividad.
Este 2019 los encontró campeones de la President’s Cup en Ghantoot (Abu Dhabi), del Abierto de La Cañada, de la Gold Cup for the British Open -en donde parecerían haber encontrado un punto de inflexión-, del Abierto Juvenil, del Metro Mediano, del Metro Alto, lograron la clasificación al Abierto Argentino. Pero su historia recién comienza.