Por Andrés Ugarte Larraín 

 

Ser contemporáneo de los grandes protagonistas es un privilegio que tienen los amantes y fanáticos de los deportes. Los que somos de mi generación tuvimos la posibilidad de seguir cada minuto de la carrera de de deportistas como Lionel Messi, Emanuel Ginóbili, Roger Federer; seguir las históricas gestas olímpicas de Usain Bolt o Michael Phelps; y, también, observar prácticamente la carrera entera de Adolfo Cambiaso, Facundo Pieres, Juan Martín Nero, entre tantos grandes del polo.

 

Y, estar en posición de observar en la actualidad, y ya desde hace algunos años, el crecimiento de Barto y Camilo Castagnola, se encuadra dentro de la misma categoría. Lo que viene ocurriendo sobre todo en los últimos 3 años a nivel mundial con ellos, tomando, tal vez, como punto de partida el año 2019, cuando se insertaron definitivamente en el mainstream del polo mundial, ganando certámenes en los Emiratos Árabes, la Gold Cup for the British Open inglesa, y que luego fuera coronado con la clasificación al Abierto Argentino, donde cada uno de sus encuentros tuvo un impacto realmente alto, fue sólo el primer envión para lo que terminaría ocurriendo este sábado en Hurlingham, donde La Natividad obtuvo su primer título en torneos de Triple Corona.

 

Porque si bien la victoria puede ser efímera, el éxito definitivamente lo es. Aunque es difícil, por otro lado, definir la palabra éxito cuando nos referimos a los Castagnola. Y no sólo por su corta edad y el porvenir que tienen por delante, sino porque es notable la manera en la que van mejorando su propuesta y alejan su techo cada vez más. No sólo vencieron en su camino al título a dos equipos que son potencia, como La Dolfina y RS Murus Sanctus, sino que no dejaron dudas, se mantuvieron al frente en el marcador durante toda la final, por ejemplo, y supieron manejar los momentos clave de ambos cotejos cada vez que se les presentaron. Personalidad.

 

Claro que estuvieron acompañados realmente bien tanto por Polito Pieres como por Nachi Du Plessis. El vértigo y la dinámica que La Natividad le imprime a su juego enamora al público y asusta a sus rivales. Porque, en definitiva, ¿cómo se hace para frenar a un equipo que está constantemente en alza, con la mira puesta en ganar cada chukker y nunca aflojar? Si a esto le sumamos la precisión de sus golpes y la agresividad de sus ataques, el desafío para los rivales es aún mayor.

 

Hace unos 3 años, Nachi Du Plessis cruzó la calle, fue a La Natividad y le dijo al Lolo Castagnola que quería jugar con sus hijos. Aún con dudas acerca de si era el momento justo para buscar dar el salto, decidieron que en 2019 iban a jugar el certamen clasificatorio. Como preparación ideal, jugaron los 3 juntos para el equipo de Dubai en Inglaterra, coronándose en el Abierto Británico, ni más ni menos. Más allá del título, habían aceitado el funcionamiento de cara a lo que sería la búsqueda de un lugar en Palermo. “Si te digo que en aquel momento dijimos con Lolo que en 3 años apuntábamos a estar luchando por un torneo de la Triple Corona, no me creerías. Pero eso fue lo que nos planteamos en la primera reunión”, le dijo Nachi Du Plessis a Pololine luego de la final del sábado.

 

Y Polito. ¿Qué no decir de Polito Pieres? Luego de 5 años junto a sus primos defendiendo los colores de Ellerstina, surgió la posibilidad de volver al equipo para el que había jugado en Palermo en 2012, junto al Lolo. Claro que esta era una nueva realidad. Llegaba al equipo que había causado sensación en Palermo en 2019, y a una organización ya con un mayor recorrido que el que tenía allá por 2012. Mucho se habló de su posición en la cancha, de que su rol y el de Camilo no se distinguían tanto. Pero no sólo nunca dudaron de él dentro del equipo, sino que ese lugar definitivamente le pertenecía, y no sólo por su capacidad como polista, sino por cuestiones humanas y de liderazgo también. 

 

El 2021 internacional de Polito fue simplemente espectacular, ganando la Queen’s Cup y la Copa de Plata en Sotogrande, y, más tarde, su figura apareció también en los momentos clave en Argentina. Gran desempeño en la semifinal ante La Dolfina, notable rendimiento en la final de Hurlingham, tanto dentro como fuera de la cancha, llegando a decir tras uno de los primeros chukkers: “no quiero escuchar la palabra relajar en ningún momento hoy”. Contagió desde el minuto cero a sus compañeros. Coronado MVP de la final, fue un momento muy especial y merecido para él. Ha tenido que lidiar con un nivel de exposición muy alto, tal vez el más alto entre los jugadores de alto hándicap, considerando que cada vez que un equipo suyo no lograba tener un buen rendimiento, al primero al que le apuntaban era a él. Significó mucho más que un título.

 

Lolo y Camila; Camila y Lolo. Uno puede ser talentoso, tener la posibilidad de poder contar con la estructura para dedicarse a este deporte y mucho más. Pero la contención y saber marcar el camino son igual de determinantes para conseguir los objetivos y nunca desviarse del mismo. “Acá si te la creíste, fuiste”, insiste el Lolo cada vez que uno tiene la posibilidad de conversar con él al respecto. “Ellos saben que esto es caballos, no hay otro secreto”, se escucha también por los pasillos de La Natividad. Entre todos entendieron que ese era el camino, y el mensaje llegó sin fisuras a los oídos de Barto y Camilo. Gran parte del éxito reside ahí: en mantener los pies sobre la tierra, la humildad y también en una admirable fortaleza anímica que vienen mostrando estos jugadores desde hace varios años ya.

 

Uno analiza y se da cuenta de que en caso de ser subido a 10 goles a final de la temporada, Camilo Castagnola será el 10 goles más joven de la historia del polo en Argentina. Pero, independientemente de que esto ocurra o no, cada vez que se lanza en carrera al gol, uno ya conoce el destino final de esa jugada. Y eso pasa sólo con los cracks. Pero si encima uno convierte 9 goles en su primera final de Triple Corona, con una lesión en su muñeca izquierda, no queda mucho por agregar.

 

Y Barto. El mejor número 3 de su generación. Visión, panorama, conducción y nunca perder la calma. Además, asume todo esto que le está ocurriendo con una naturalidad que sorprende. Pero ya mencionamos su fortaleza anímica y mental. Qué privilegio debe ser para un polista, en este caso, marcar el gol que define un triunfo importante. Bueno, en el caso de Barto, lo festejó en dos ocasiones: tanto ante La Dolfina como ante RS Murus Sanctus marcó el último gol de su equipo, el que establecía una diferencia indescontable para su rival más allá del tiempo que quedaba aún por jugar. Y vaya si lo festejó. 

 

Se viene un apasionante Abierto Argentino, tal vez el que más expectativa despierta de los últimos 15 años; y si bien ya se consideraba a La Natividad como uno de los 4 grandes contendientes de la temporada, naturalmente se espera de ellos aún más ahora. Han encontrado el sistema que buscaban y los resultados están a la vista. Seguramente, el desafío de La Natividad estará en no sentir que está todo dicho y buscarán ir por más. Palermo se vislumbra espectacular, y lo de La Natividad es, definitivamente, historia en movimiento. 

 

EL RECUERDO DEL BRITISH OPEN OBTENIDO EN 2019 

CAMILO CASTAGNOLA

NACHI DU PLESSIS