Que los iba a afectar la baja intensidad de los partidos de su zona, que los caballos no iban a llegar a la final con el ritmo deseado; y tantas cosas más. ¿Cuántas frases como las recién mencionadas se han escuchado en la semana previa a la definición del Abierto Argentino en los últimos años? Lo cierto es que serían lógicas para la mayoría de los equipos de polo que uno quisiera analizar. Pero hace un tiempo ya que ha quedado claro que esta alineación de La Dolfina, que compite desde la temporada 2011, es distinta a las demás, y que lejos de que le afecten las cuestiones corrientes, tienen un nivel que los hace siempre favoritos independientemente del contexto.

 

El cuarteto integrado por Adolfo Cambiaso, David Stirling, Pablo Mac Donough y Juan Martín Nero, que por momentos ha sabido rozar la perfección, sigue dejando marcas en la historia grande del polo, y todo hace suponer que lo seguirá haciendo. Ganar Palermo durante 7 años de manera consecutiva les aporta una nueva dimensión. Y es que no solamente es un hito que no se daba desde el año 1980, cuando Coronel Suárez lo hiciera por última vez, sino que es algo que nunca antes había sido logrado por una misma alineación. Y es que en el caso de Suárez, el séptimo año mencionado fue con una alineación distinta a aquella que había logrado el hexacampeonato entre 1974 y 1979. 

 

Entonces, el impacto que está teniendo este equipo es mucho mayor que el que ya de por sí uno va viviendo en simultáneo. Se seguirá diciendo que son 4 jugadores que juegan en su puesto, que, además, cada uno de ellos es el mejor del mundo en su posición, que la amistad que han sabido forjarse fuera de la cancha fue uno de los condimentos esenciales para conseguir este hito, etc. Pero los adjetivos siguen quedándose cortos. La lectura que tienen del juego y de la cancha 1 de Palermo es asombrosa. Difícilmente se los encuentra a cualquiera de ellos mal parado, fuera de ritmo o efectuando el golpe incorrecto.

 

Adolfo Cambiaso, el padre de la criatura, ha sabido adaptar su juego a los requerimientos del todo. Y es que si uno analiza su carrera simplemente por los títulos obtenidos en Triple Corona, va a encontrar que la mayoría de ellos han sido en aquellos años en los que su equipo no requería de su talento individual como arma principal para conseguir la victoria. Lleva obtenidos 16 títulos en Palermo en 26 participaciones; si desglosamos esos números, vamos a encontrar que la mitad de esas coronas, fueron en los últimos 9 años, una eficiencia impresionante.

 

En definitiva, los 4 jugadores han seguido ese camino: el de poner lo colectivo por sobre lo individual, y nunca dejando de brillar. Da la sensación de que uno puede armar un seleccionado para enfrentar a este equipo de La Dolfina, y que así y todo, el candidato a la victoria seguirá siendo el conjunto de Cañuelas.

 

Para un amante de los deportes y para un cronista no existe prácticamente privilegio mayor que ser contemporáneo a los grandes protagonistas, a los grandes equipos y a aquellos que practican una disciplina y que pasarán a la historia. Hoy resulta difícil tomar dimensión real de lo que ha conseguido este equipo de La Dolfina, pero resulta aún más difícil determinar cuál será su techo.