El mundo amaneció hoy, 9 de abril, con la triste noticia del fallecimiento del Príncipe Philip, Duque de Edimburgo y marido de la Reina Elizabeth II desde 1947. De acuerdo a un comunicado de la Casa de Windsor, el Duque de Edimburgo falleció por la mañana en el Castillo de Windsor. Tenía 99 años y el próximo 10 de junio iba a celebrar su centenario.
Philip ha dejado un legado extraordinario no sólo como el consorte más longevo de la historia de Inglaterra, por su vida entregada al servicio de Su Majestad, sino también por haber sido un destacado polista, fundador de Guards Polo Club, dos veces campeón de la Gold Cup for the British Open, quien además se dio el lujo de jugar con verdaderas leyendas del deporte, como Alberto Pedro y Horacio Heguy, Gonzalo Tanoira, Lord Patrick Beresford, entre otros.
Semblanza de un Príncipe venido de Grecia
El Príncipe Philip nació en la Villa Mon Repos, en la isla de Corfu, en Grecia, el 10 de junio de 1921, como Philippos, Príncipe de Grecia y Dinamarca, el menor y único hijo varón de la Princesa Alice de Battenberg y del Príncipe Andreas de Grecia y Dinamarca. Alice era hija de Louis de Battenberg, primer Marqués de Milford Haven, y de Victoria de Hesse Darmstadt, ésta última nieta de la Reina Victoria.
El Duque de Edimburgo, la pasión por el polo y los caballos
La larga vida del Duque de Edimburgo se dividió entre los compromisos reales y los deportes, principalmente el polo, un pasatiempo muy arraigado en el Príncipe durante su juventud y su vida adulta, que estimuló su tío, quien comenzó a jugar al polo en 1921 en India. Lord Mountbatten llegó a ser un muy buen jugador de polo de 5 goles de hándicap, tuvo su propio equipo, The Blue Jackets, presidió el London Polo Committee, y en 1931 escribió un libro, “An Introduction to Polo”, que aún hoy es considerado como uno de los más valiosos que se han escrito sobre el deporte.
A partir de los años 50, Uncle Dickie compartió su pasión con su sobrino Philip en Malta. Al igual que su tío, Philip también llegó a los 5 goles, y generalmente jugaba de back. Solía participar en torneos y partidos con sus amigos Archie David, Lord Beresford, el Marqués de Waterford, Paul Withers, y más tarde, a fines de los años ‘60, también junto a su hijo, el Príncipe Charles. A diferencia de otros polistas amateurs, Philip se tomó muy en serio el trabajo, y solía elegir como compañeros de equipos a los mejores jugadores de su tiempo para participar en los torneos con su equipo, Windsor Park, con el que ganó en dos ocasiones, en 1957 y 1966, la Gold Cup for the British Open, en Cowdray Park Polo Club.
La alineación de 1966 incluyó, además de Philip, al Marqués de Waterford, a Lord Patrick Beresford y a Gonzalo Tanoira, gran amigo de Philip, quien lo admiraba muchísimo y a quien le había puesto el apodo de “Speedy”. Entre 1958 y 1965, ganó varios torneos de mediano hándicap, entre otros, la Royal Windsor Cup, la Westbury Cup y la Cowdray Park Challenge Cup. Windsor Park también hizo una parada en Estados Unidos, y hacia 1970, Windsor Park llegó a la final de un torneo en Boca Ratón.
Como muchos polistas, ya sean amateurs o profesionales, Philip viajó a la Argentina en reiteradas ocasiones para practicar su deporte favorito. El Duque de Edimburgo, que se dio el lujo de jugar el Abierto de Hurlingham en 1966 con los hermanos Horacio y Alberto Heguy, fue un gran admirador del legendario Coronel Suárez, el histórico cuarteto que fue el primero en llegar a los 40 goles y que integraban los dos hermanos Harriott (Juan Carlitos y Alfredo) y los dos Heguy.
Alberto Pedro Heguy recuerda los pormenores del evento: “En 1966 la AAP nos comprometió a Daniel González, Horacio y a mí a jugar con Philip en el Abierto de Hurlingham, que estaba limitado a 30 goles”, cuenta el legendario ganador de 17 Abiertos Argentinos. “Los Harriott, por su lado, armaron un seleccionado argentino de 30 goles con Alfredo, Juan Carlitos, Gastón Dorignac y Gonzalo Tanoira. Llegamos a la semifinal, en la que teníamos que enfrentar a un equipo inglés, con Lord Beresford y Patrick Kemple. Nosotros pensamos que, al enfrentar a un equipo inglés, el Príncipe iba a ir a menos. Pero nos llamó antes del partido y nos dijo: ‘quiero aclararles que tengo especial interés en ganar hoy’. Y así fue, le ganamos 15 a 5 a un equipo inglés muy poderoso, pero después perdimos en la final con el equipo de los Harriott por un gol en el último minuto. Nosotros le dimos caballos al Príncipe, quien jugó un gran partido”.
En sus estadías en la Argentina, Philip frecuentaba Hurlingham y el Club Hípico Militar San Jorge, donde siempre fue recibido con honores. En agradecimiento por todas las atenciones recibidas, Philip donó un trofeo al club. Ese trofeo es el Duque de Edimburgo, el cual se entrega al campeón del Abierto del Club Hípico Militar San Jorge, el certamen que abre la temporada de primavera en la Argentina, y cuyas finales se realizan año tras año en la Catedral del Polo, en Palermo.
En 1971, con 50 años, Philip abandonó la práctica activa del polo, aunque no como espectador; incluso, hasta después de su retiro, se lo podía ver junto a su esposa, la Reina, en el Royal Box de Guards Polo Club, y en numerosas ocasiones presidió la entrega de premios de la Coronation Cup. Cuando dejó de jugar al polo, el Príncipe se dedicó a las carreras de carruajes, otra pasión que compartió con su nieta, Lady Louise Mountbatten, la hija de los Condes de Wessex, Edward y Sophie: “Cuando dejé el polo pensé: ‘bueno, tengo los caballos y los carruajes, ¿por qué no intentarlo?’ Comencé en 1973, y así ha sido desde entonces”, dijo Philip en una entrevista con Alan Titchmarsh, en el programa All the Queen´s Horses.
Por otro lado, y como Presidente de la Federación Ecuestre Internacional, el Duque de Edimburgo colaboró en la redacción de las reglas para competencias internacionales de carruajes, escribió un libro sobre el tema y participó en diversos eventos representando a Gran Bretaña.
Guards Polo Club
Además de destacarse como jugador de polo, Philip fue también un activo dirigente. Fue patrón de la Hurlingham Polo Association y fundador y Presidente Honorario de uno de los clubes más prestigiosos del mundo, Guards Polo Club, cargo que ocupó desde su creación, en 1955.
Durante muchos años, Cowdray Park era el centro de polo de los oficiales de caballería. Entre los habitués de Cowdray, estaban Philip y Elizabeth. Pero, por esa época – hablamos de la posguerra –, el traslado entre Windsor y Sussex no era muy fácil, con lo cual, el Mayor Archie David, un reconocido productor de té y uno de los oficiales que jugaba en Cowdray Park, invitó a sus amigos a Henley, cerca de Londres, donde tenía su mansión, Friar Park.
Uno de esos amigos, el Mayor Marqués Douro, le habló a Philip sobre la posibilidad de organizar partidos en la zona de Windsor, idea que Philip apoyó inmediatamente, ya que deseaba poder jugar al polo cerca de su casa. Hacia 1954, los oficiales solicitaron permiso a la Reina Elizabeth para jugar al polo allí. La Reina -como es bien sabido, gran amante y apasionada de los caballos- dio su consentimiento, y sugirió que podían utilizar Smiths Lawn, en los alrededores de Great Windsor Park. Durante el invierno de 1954-55 comenzaron a construirse las dos canchas, llamadas originariamente Número Uno y Número Dos, y que posteriormente serían bautizadas como The Queen’s Ground y The Duke’s Ground, respectivamente. Lord Douro le encargó a Lord Patrick Beresford el trabajo de poner las canchas a punto para los primeros chukkers; Lord Beresford había comenzado a jugar al polo en Sandhurst y era uno de los habituales participantes de los torneos que se realizaban en Cowdray y luego en Henley.
El 25 de enero de 1955 nació The Household Brigade Polo Club. Ese mismo año se incorporaron como profesionales los argentinos Tito Lalor y Alfredo Harrington y, a finales de los ‘50, llegaron otros miembros, tales como Harold Bamberg, David Brown, Hilton Nicholas, Peter Palumbo, Billy Whitbread y Jim Withycombe. Archie David proveyó al club muchísimos caballos, a los que se sumaron alrededor de 20 caballos argentinos. El mismo año de su fundación, 1955, se jugó el primer torneo, la Royal Windsor Cup, de mediano hándicap. Cinco años más tarde, en 1960, llegaría lo que se convertiría en el torneo emblema del Club: The Queen’s Cup.
Por su parte, el bajo hándicap también tuvo lugar en el club, con la Archie David Cup, que originalmente se llamó Friar Park Cup, el nombre de la mansión del Mayor David, que en 1970 se la vendió al Beatle George Harrison. Tras la muerte de Archie David, en 1972, la copa fue rebautizada con su nombre. En la actualidad, el club cuenta con varias canchas; entre las más recientes se encuentra Castle Ground, en Flemish Farm, una de las mejores del club, no sólo por su excelente nivel sino por la imponente vista al Castillo de Windsor.
El club cambió su nombre al actual, Guards Polo Club, en 1969. Desde su concepción, en aquel lejano 1955, la creación del Príncipe Philip, Duque de Edimburgo, ha crecido sin parar, hasta convertirse en uno de los más renombrados y prestigiosos clubes de polo del mundo. A partir de todo esto, el legado que el Príncipe Felipe de Edimburgo se ha convertido, sin dudas, en una marca imborrable en la historia grande de este deporte.
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Tributo a Su Alteza Real Príncipe Philip, Duque de Edimburgo