Este lunes, la comunidad del polo recibió la dolorosa noticia del fallecimiento de Juan Carlos Harriott, el entrañable y querido Juancarlitos, Juancar, ocurrida el mismo lunes 11 de septiembre. El máximo ganador del Abierto Argentino de Polo, con 20 conquistas, y considerado uno de los más grandes de todos los tiempos, tenía 86 años y marcó una era en el polo junto a Coronel Suarez, su club, integrando, entre otros, un legendario cuarteto al que se lo recuerda por sus inolvidables enfrentamientos con otro equipo no menos legendario, Santa Ana, que durante los ’60 y los ’70 hacían desbordar las tribunas, y que se convirtió en el segundo clásico del polo, luego de El Trébol y Venado Tuerto, entre los años ’40 y los años ’50. Aquel cuarteto al que nos referimos es aquel en el que fue acompañado por su hermano Alfredo, Horacio Heguy y Alberto Pedro Heguy.
Nacido el 28 de octubre de 1936 en Coronel Suarez, fue hijo de Juan Carlos Harriott y Elvira de Lusarreta. Según contó alguna vez, siempre fue un fanático del polo, ya que siempre se practicó el deporte en Coronel Suarez, cuyo club, el de los rombos azules y rojos, se fundó en 1929. En 1953 oobtuvo su primer gol de handicap y desde ahí no paró más. En 1957 comenzó a jugar para Coronel Suarez junto a su padre, quien siempre le decía que debía aprender de los mejores. Y los mejores de la época eran los Alberdi, los Garrós, entre tantos otros.
Junto a su padre, ganó siete veces el Abierto Argentino, y en 1958 vendría un hito: a los Harriott padre e hijo se le sumaron Antonio Heguy y su hijo Horacio. Son hasta el día de hoy, el único equipo conformado por dos duplas padre e hijo que ganaron el torneo más importante del mundo. Con los años, y tras los retiros del polo activo de los mencionados padres, es decir, Juan Carlos Harriott y Antonio Heguy, se iba a ir forjando lo que fue el que es para muchos el más grande equipo de todos los tiempos, el cuarteto que reemplazó a las dupla padre-hijo por la dupla de hermanos, y que dejó una marca en el deporte cuando en 1974 se convirtió en el primer equipo de la historia mundial en alcanzar el hándicap perfecto, los 40 goles. Tal era la calidad de sus jugadores, que llegaron a conformar también el seleccionado argentino que participó en la Copa de las Américas, enfrentando a los Estados Unidos. Dicho certamen, Juan Carlos Harriott lo obtuvo en 4 ocasiones: 1966, 1969, 1979 y 1980.
Claro que a todo ello hay que sumarle sus títulos en el Abierto de Tortugas (7), Abierto de Hurlingham (15) y cuatro veces la Triple Corona, en 1972, 1974, 1975 y 1977. En el exterior, jugando para Villafranca, ganó la Copa de Oro en Sotogrande, en 1975 y 1976.
De acuerdo a como lo cuentan todos aquellos que han tenido la oportunidad de jugar con él, Juan Carlos Harriott ha sido un “jugador de equipo”, el maestro del backhander con sus tremendos golpes hacia atrás, y que en una ocasión, otro grande del deporte argentino, Guillermo Vilas, afirmó que fue el polista de Coronel Suárez quien lo inspiró a crear la “Gran Willy”, una de sus jugadas más famosas. La misma consiste en pegarle a la pelota con la raqueta hacia atrás entre sus piernas.
Recibió también numerosos premios. Fue el primer polista en obtener el Olimpia de Oro, en 1976, como el mejor deportista del año en Argentina, además de cinco Olimpia de Plata, por ser considerado el mejor polista del año. A su vez, en 1980, recibió el Premio Konex de Platino, y en 2015 llegó al Polo Hall of Fame de Estados Unidos. Entre los últimos homenajes en vida que ha recibido, se destacan una estatua emplazada en su ciudad, Coronel Suárez, y el nombramiento de la cancha 1 del club.
Más allá de sus logros como deportista y de su legado eterno, Juancarlitos Harriott será siempre recordado como un hombre simple, sencillo, humilde, generoso, y de un enorme respeto hacia sus rivales. Un hombre de valores, constantemente destacado por sus amigos y pares, lo que le valió muestras interminables de cariño.
Desde PoloLine, queremos enviar nuestras más sentidas condolencias, todo nuestro cariño y un enorme abrazo a la familia Harriott y a su querido Coronel Suarez.
¡Hasta siempre, querido Juancarlitos, gracias por todo y por tanto! Tu leyenda y tu legado vivirán por siempre.