El 1° de junio entrará en vigencia en Estados Unidos una nueva exigencia con respecto a los cascos que se deberán utilizar en todos los torneos de polo en suelo estadounidense. Y es que en octubre de 2018 la USPA (United States Polo Association) dio a conocer los nuevos requisitos de seguridad que fueron ratificados en abril de 2019. Y hace pocos días nomás, a mediados de octubre, Casablanca se convirtió en el primero de los fabricantes en recibir la homologación correspondiente. Por esto, además de su historia junto al polo, cuenta hoy en día con el casco de polo más seguro del mundo.

 

Pero, independientemente de esto, lo más importante aquí es concientizar. Y es que si bien las exigencias a las cuales habrá que adaptarse para poder jugar al polo en Estados Unidos a partir del 1° de junio de 2020 son lógicas, no todos los países cuentan con un protocolo de seguridad para la utilización de cascos. Por eso es que el principal objetivo aquí es concientizar, y que lo que lleve a los jugadores a utilizar el casco más seguro del mundo no sea únicamente un tema de obligación sino una cuestión de garantizarse uno mismo un alto nivel de seguridad.

 

El casco de Casablanca, de esta manera, se ha convertido en el único en contar con la certificación necesaria para ser utilizado en los torneos de polo de Estados Unidos a partir del 1° de junio de 2020. Pero su seguridad no se limita únicamente a suelo americano. Y es que también el mismo casco cuenta con las normas de seguridad necesarias requeridas por la HPA (Hurlingham Polo Association) para ser utilizado en los torneos de Inglaterra. Esto permite que, por ejemplo, un jugador pueda ir a participar de la temporada de polo inglesa en 2020 y luego jugar con el mismo casco en agosto en Estados Unidos en lugares como Greenwich, Santa Bárbara, Denver o Aspen, por sólo nombrar algunos de los lugares del país norteamericano que tendrán un intenso movimiento luego del 1° de junio.

 

Pero el camino no ha sido sencillo para lograr cumplir con los requerimientos exigidos por la USPA. Y es que en primera instancia los mismos debieron ser aprobados por Nocsae (National Operating Committee on Standards for Athletic Equipment), organismo encargado de determinar las normas de seguridad de cascos en otros deportes en Estados Unidos, como el fútbol americano, hockey sobre hielo, entre otros. Por eso fue que la USPA puso en manos del mencionado organismo los criterios necesarios para que el casco de polo cumpliera con los estándares necesarios para la práctica de este deporte.

 

Entre otras cosas, para empezar a determinar si un casco cumple con la protección exigida, se lo debe exponer a varios impactos, y este los debe ir resistiendo de manera tal que simulen lo que puede llegar a ocurrir durante un partido de polo; es decir, que el jugador esté expuesto a recibir varios impactos. Y que el casco no se resienta ante el primero de ellos, sino que siga siendo lo suficientemente resistente a los sucesivos golpes.

 

Es por esto, y mucho más, que el proceso que ha atravesado Casablanca para lograr la aprobación por parte de Nocsae ha sido muy exhaustivo, con muchas exigencias, y no se ha dado de un día para el otro. Tal es así, que Casablanca cuenta además con una máquina aprobada por Nocsae para medir los impactos a cada uno de los cascos que fabrica. De esta forma, puede determinar eficientemente la seguridad de los mismos.

 

El jueves 12 de diciembre Casablanca lanzará oficialmente en sus oficinas de Buenos Aires el casco de polo más seguro del mundo y dará un paso más en su compromiso de profundizar su vínculo junto al polo, pero sobre todo referido la práctica segura de este deporte.